miércoles, 12 de febrero de 2020

Adiós y Gracias Lyle

Bueno, no quisiera que esto fuera recurrente, tener que hacer un reportaje de un disco solo porque se nos murió una celebridad, hay tanta música por reportar que es una lastima hacerla por homenaje, en este caso se refiere a que se fue a otros planos un excelente músico llamado Lyle Mays, fuente de inspiración para muchos y gran ejemplo para otros. 

Tras la noticia de su muerte,Lyle Mays, quien murió a los 66 años en Los Ángeles el 10 de febrero después de una enfermedad recurrente, nos deja ese vacío en pensar como hubiese sonado otra versión de Wichita con Metheny su leal compañero el cual comentó, tras conocer la  noticia: “Lyle fue uno de los mejores músicos que he conocido. A lo largo de más de 30 años, cada momento que compartimos en la música fue especial. Desde las primeras notas que tocamos juntos, tuvimos un vínculo inmediato. Su amplia inteligencia y sabiduría musical nutrieron cada aspecto de quién era en todos los sentidos. Lo extrañaré con todo mi corazón”. 

Pero hagamos un recorrido de su vida, para aquellos que no conocieron a este maravilloso músico. Y es la esencia de este Blog, divulgar la buena música. 

Nacido en 1953 en Wausaukee, Wisconsin, en una familia musical —padre guitarrista y madre pianista— Lyle comenzó lecciones de piano junto a la profesora Ross Barron, con un énfasis en la improvisación y fue introducido al jazz a temprana edad, en especial con el At the Montreaux Jazz Festival de Bill Evans y Filles of Kilimanjaro de Miles Davis, que grandeza. A la edad de nueve años debuta en público, tocando órgano en la boda de un pariente.



Conoció a Pat Metheny en 1974, y fue en el año 1975, en el Wichita Jazz Festival que los caminos de Pat Metheny y Lyle Mays se cruzaron. El primer esfuerzo conjunto entre ambos se daría en 1977, para el segundo álbum solista de Metheny: Watercolours. Lyle, presente en piano acústico y algo de sintetizador, y en 1977 le dio forma a Pat Metheny Group, ese mismo año. Fue en el álbum American Garage (1979) que el tecladista Lyle Mays patentó su sonido característico como parte de la paleta del Pat Metheny Group, aqui Mays estrenó el sintetizador Oberheim Four Voice en la paleta de sonidos, haciendo estreno de su característico lead de ocarina en “The search”, marca patentada en los álbumes posteriores del Group y que Lyle logró conservar en su paso del Oberheim al Prophet V, ingeniándoselas para posteriormente hacer lo mismo en el Roland JX-10 que utilizaba fines de los años 80. Y amigos que disco, hoy estuve oyéndolo en 24bits y la verdad que es una maravilla para mi, aquí es donde comienza esa gran carrera de Mays acompañando a Metheny . 



Como coguionista, productor y arreglista, Mays grabó catorce álbumes con la banda en el transcurso de más de treinta años, ganando once premios Grammy en el camino. También actuó como acompañante para artistas que van desde Eberhard Weber, Nana Vasconcelos, Joni Mitchell, Pedro Aznar y hasta Earth, Wind & Fire, así como componiendo música para teatro y discos infantiles. Mays lanzó cinco álbumes en solitario, Su primer Álbum "Lyle Mays" en donde se codea con una cantidad de estrellas como Alejandro N. Acuña en la batería, Billy Drewes en el saxofon alto y soprano, Bill Frisell en la guitarra , Marc Johnson en el bajo acústico y Nana Vasconcelos en la percusión, una maravillosa plantilla.

Ascent


Aún así, la guitarra increible de Frisell es una voz definitoria en todo Lyle Mays, ya sea que esté duplicando las líneas de sintetizador de Mays en el nudoso (y apropiadamente titulado) "Slink" o tomando un solo en el clímax de "Ascent", la conclusión culminante de la expansiva "Alaskan Suite" de tres partes. La suite de 14 minutos de duración se basa en el solo de graves de apertura de Johnson, en capas sobre una "Northern Lights" etérea y libremente estructurada; se muda a una "Invocación" impulsada por el viento que se desarrolla lentamente en una pieza atmosférica de profunda belleza; y, finalmente, recurre al surco emergente de "Ascent", acertadamente titulado, y al poderoso acabado de la suite antes de que un himno "Close to Home" lleve el álbum a una conclusión absolutamente perfecta.

Es una pena que Mays no haya podido mantener a este grupo unido, aunque muchos de ellos aparecieron en algunas de las canciones de Street Dreams . Aún así, ese álbum sufrió una falta de cohesión, mientras que Lyle Mays es la declaración más unificada que ha hecho el tecladista. Un álbum que, más que una colección de pistas discretas, es un apasionante viaje de 48 minutos donde cada composición está exactamente en el lugar correcto ... al igual que cada nota de todos en el grupo.


Feet First

Luego vendría "Fictionary", que tiene como protagonistas a Lyle Mays, Marc Johnson y Jack De Johnette, un trío que ahonda en los fraseos más tradicionales del jazz, en los climas mas soft, y salta de golpe a estructuras de vanguardia para el goce de los oídos más exigentes.
Esta fórmula es infalible, no da ningún margen a la crítica destructiva, tanto Marc en contrabajo, amigo de ruta de Mays y la batería de Jack DeJohnette van dando pinceladas del más puro jazz, con pasajes de swing, y donde uno puede disfrutar de todo el potencial musical de estos verdaderos monstruos. Cabe mencionar que Jack DeJohnette trabajó también con Keith Jarrett y no es casualidad que también lo haga con Mays, algo así como la proyección holográfica de Keith. El disco no tiene desperdicio, y para el amante del género esto es otra gota en el inmenso mar del jazz o el jazz-fusión.

Bill Evans

Por último traemos el ultimo trabajo con su amigo Metheny, The Way Up , lanzado en 2005. Ganó el Premio Grammy al Mejor Álbum de Jazz Contemporáneo en 2006. Este es el último álbum de Pat Metheny en contar con el colaborador de toda la vida Lyle Mays .El álbum consta de una pieza de 68 minutos de duración, dividida en cuatro pistas.

Escrito en cuatro partes, una intro de cinco minutos y tres movimientos de veintiséis, veinte y quince minutos. El último contiene una coda. Tiene un gran desarrollo armónico, melódico y sonoro a lo largo de toda la obra, sin perder nunca la continuidad, la coherencia, con un rango de matices que van desde un pianísimo al forte, desde lo acústico a lo eléctrico y de lo climático al swing más furioso; todo esto con mucha sutileza y musicalidad, con armonías muy agradables, con variedad de tempos, ritmos, timbres y colores. Hasta los solos tienen excelentes desarrollos no sólo individuales, sino desde el soporte colectivo. El multiinstrumentista suizo Gregoire Maret se unió al Grupo para la grabación y gira del álbum, que se exhibió en la armónica.

Introducción The Way Up Live

Entonces hagamos una reverencia a este maravilloso Músico, disfrutemos de sus obras y demos gracias por ello. Que brille por siempre su legado. Gracias Lyle!!!


Álbum Completo








1 comentario:

  1. The Way Up, muy buen album… Totalmente un derrame de virtuosidades de cada uno de los músicos.
    Adios Lyle, pero que siga el Show...

    ResponderEliminar