miércoles, 3 de julio de 2019

Miles Davis - Doo-Boop (1992)

Un momento de silencio, por favor, al menos por la idea del último álbum incompleto de Miles Davis, Doo-Bop.. Miles quería capturar el sonido de las calles urbanas de hoy. Así que se enganchó con el productor de hip-hop Easy Mo Bee (también estaba trabajando con Prince pero no terminó nada). El resultado se centra casi por completo en Miles, que tiene solos con una lógica impecable y una delicadeza nostálgica a través de pistas de ritmo de hip-hop suavemente complejas. Pero esas pistas son demasiado suaves, y muy rápidamente, el álbum comienza a sonar como un elegante fondo de pantalla auditivo, música de fondo para la sala VIP de un nuevo y elegante local nocturno. Mejor esto, supongo, que los últimos álbumes de Miles, cargados de canciones (y bandas de respaldo) que nadie necesitaba escuchar. Pero desearía que Miles realmente hubiera confiado en la calle.

Esta, la última grabación del ícono de la trompeta tardía, que solo se encuentra explorando el hip-hop, apropiadamente, ya que Davis colocó continuamente su sonido característico en el pop contemporáneo, el rock y el R&B. Si "Doo-Bop" tiene éxito solo en los ataques y arranques, probablemente sea más el resultado de una aventura por primera vez que de la fuerza de la interpretación de Davis o lo apropiado del contexto del hip-hop.


Uno de los discos, que en mi caso, oigo por lo menos una o dos veces al año desde hace un buen tiempo, es “Doo-Bop” de Miles Davis. Como jazzista que más huella ha dejado en mi oído, lo primero es dejar claro que “Doo-Bop” no es su mejor disco. No es necesario visitar páginas web, o leer a especialistas del jazz y de Davis para darse cuenta que no está incluido en sus mejores diez producciones. Sin embargo, es una placa poderosa que fácilmente puede ser objeto de estudio dado la transformación que ocurriría en Davis para lograr el sonido de “Doo-Bop”.



No es tan malo como has escuchado. Doo-Bop , el póstumo "álbum de hip-hop" de Miles Davis, fue ridiculizado por la crítica al momento de su lanzamiento (aunque ganó un Grammy en 1993 como Mejor Interpretación Instrumental de R&B). Cada canción de Miles Davis con un vocalista (y afortunadamente no hubo muchas) debe evitarse a toda costa, esas tres definitivamente incluidas. Los otros seis son todos instrumentales, y son bastante sólidos. En 1991, cuando se hizo este álbum, era casi la Edad de Oro del hip-hop, y Easy Mo Bee fue una elección muy productiva como productor; ya había trabajado con Big Daddy Kane,Listo para morir .

Las seis pistas instrumentales, una de las cuales, "High Speed ​​Chase", se ensamblaron póstumamente, se ubican en algún lugar en el barrio del acid jazz, el nuevo jack swing y el proto-trip-hop. Los ritmos, construidos a partir de muestras clásicas de break-beats, lope y strut, y el cuerno de Davis, en su mayoría silenciados, se balancean y se tejen como los boxers que admiraba. Las melodías son finas en el suelo, pero hay mucho humor. Entonces, si bien Doo-Bop puede ser una nota a pie de página en la carrera de Davis, no es en modo alguno vergonzoso.



El hip-hop tomó la ciudad, y estaba a poco tiempo de tomar al mundo de mano de estos arquitectos, y David necesitaba expresar su parecer nuevamente. El interprete no es ajeno al género, puesto que ya había participado en el experimento de Quincy Jones “Back on the Block” (1989 – Qwest Records), en el que éste último integra tres generaciones de músicos como Ella Fitzgerald, Joe Zawinul, Ice-T, Big Daddy Kane, Sarah Vaughan, Dizzy Gillespie, George Benson, Luther Vandross, Dionne Warwick, Barry White, Chaka Khan, Bobby McFerrin, Al Jarreau, o Ray Charles. En la canción ‘Jazz Corner Of The World’, Davis comparte reparto con algunas de estas estrellas bajo una introducción de Big Daddy Kane y Kool Moe Dee.

Por esto, ¿era realmente necesario que Miles Davis buscará la aprobación de un público joven?, de un público que estaba en el arranque de la ola que venían construyendo genios del hip-hop, ¿y montarse en ella?.

Ya sabemos que este no sería su primer intento para interpretar el sonido de la calle. No solo con “On the Corner” había ambicionado este proyecto, también llevaba tiempo trabajando en los estudios de la Warner Bros, castigando a la trompeta con la banda de sesión Rubber Band  de la que dejaría una serie de grabaciones que ayudarían al finiquito de su último disco, pero esto lo trataremos después. El trompetista buscaba llegar a las clases bajas, compuestas en su mayoría por afroamericanos que se alimentaban de estos géneros. 

Así se presenta “Doo-Bop”, disco donde el protagonista es el trompetista, quién lidia con la aparición impetuosa de Easy, que aporta de vez en cuando una rima básica, sin mayor profundidad, aupando la importancia del primero que se rejuvenece en cada track del disco.

Todas las canciones del disco fueron escritas por Davis y Easy Mo Bee, excepto ‘Chocolate Chip’ (Davis, Easy y Donald Hepburn) y ‘High Speed Chase’ (Davis, Easy y Larry Mizell). Así que espero lo disfruten...






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