lunes, 27 de mayo de 2019

PORTISHEAD - Dummy (1994)

Hoy vamos con Dummy, disco debut de una agrupación de trip hop Portishead, emblemático y paradigmatico, en estos últimos 20 años ha servido de farol para otras agrupaciones y aun se mantiene en el cerebro de muchos. Dummy fue el álbum debut de la banda considerado clave dentro de este estilo musical, junto con otras bandas como Massive Attack o Tricky. Este nuevo género musical se conocería también como Bristol sound, debido a que la mayor influencia partía de grupos y sellos discográficos de la localidad inglesa de Bristol.

Ahora considerado por los críticos como un clásico, y como uno de los discos más influyentes de los años 1990, Dummy tenía un estilo más oscuro que la música que le había inspirado. Hay un tesoro por hallar en cada escucha de “Dummy”: el pobre Johnnie Ray asegurando, a las revoluciones de la congoja, que nunca más cometerá el error de enamorarse (“Biscuit”); el redoble de batería de “Mysterons” serpenteando en una cadencia que palpita al ritmo de Morricone y Badalamenti; esa línea de bajo profunda que parece morir tras el disparo del “Magic Mountain” (War) y resucita después para atravesarte entero (“Wandering Star”); esa trompeta con sordina de “Pedestal”, la última pieza viva de un puzle de samples autogenerados –Geoff Barrow (teclados) y Adrian Utley (guitarra y bajos) crean, guardan, recortan y pegan según un reglamento que transforma la prestidigitación en maestría– que, una vez completo, estremece; el sublime arreglo de cuerda de “Roads”, y los singles: “Sour Times”, el hurto más maravillosamente rentable de “More Mission Impossible” (Lalo Schifrin), y “Numb”, un hidromasaje de Hammond, scratch agonizante y desgarro en clave slowbeat soul. 

Partituras de deep hip hop blues, dub, soul, jazz y avant-garde escritas con agua de llanto, producidas con una técnica impecable –suena austero, casi a demo, activando desde buen principio el mecanismo de la pasión para el soundtrack de una película improbable pero fascinante. Feliz Cumple Alvaro...


En 1995 ganó el Mercury Music Prize, premio concedido anualmente para el mejor disco británico o irlandés. En 1998, los lectores de la revista Q eligieron a Dummy como el décimo sexto mejor álbum de la historia. En la lista de Rolling Stone de los 500 mejores álbumes de toda la historia que apareció en 2003, el disco se quedó en el puesto 419. En febrero de 2006, un grupo de productores underground presentaron Dumb, un álbum de remezclas basado en Dummy.


Hoy en día, a Portishead se les considera con cierta inevitabilidad, su sonido tan perfectamente ejecutado, tan en sintonía con el tenor de su época, que oculta la rareza de cómo sonaba la primera vez que lo escuchaba. Es cierto que Dummy lleva el eco de muchos álbumes emblemáticos de los años anteriores: la narcótica nostalgia de Mazzy Star y Cocteau Twins , el esqueleto hip-hop de Eric B. y Rakim , las canciones de la etérea antorcha de Julee Cruise . PJ Harvey revolotea a través de sus márgenes; al igual que el remolino de piedra del Orbe y las corrientes ocultas de Seefeel .

El arte del disco proviene de un still de un filme corto sobre un asesinato ideado por Portishead, titulado To Kill a Dead Man, mismo que empata perfecto con el tono del álbum, pues tiene esa esencia misteriosa, fragmentada y a veces algo creepy que distingue a la banda. De hecho, el vídeo musical para ‘Sour Times’ también contiene algunas escenas de este corto.










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